A mi soulsister A.

En medio de tanta locura y confusión, en estos tiempos marcados por la manipulación y la mentira, se vuelven más necesarias que nunca atención, intención y dirección. Y algún remedio. Un bálsamo sanador. Algo que alivie y ayude a recuperar el lugar perdido. Una hoja de ruta. Un mapa del tesoro. Un faro.

Aquí traigo el tuyo.

Estáte atenta. No te distraigas. Mantén el foco. Discierne por ti misma. Discrimina entre opciones. Toma la que te resuena y di que no a las demás.

Deja al otro en lo suyo y quédate en ti y con lo tuyo. Que en su hacer no te pierdas de tu ser. Y si te ven, que te vean. Tú sigues con tu tarea. Claro el foco. Limpia la idea.

Sin pelea. Sin lucha. Sin violencia. Sin juicio. Sin desprecio. Sin desperdicio. Con compasión. Aceptando. Tranquila. Sosegada.

Honra tus dones. Abrázalos. Despliégalos. Ponlos al servicio. Para eso te han sido concedidos. Honra tus dones y los dones de tus hermanos.

No te avergüences de lo que eres. Deja de esconderte y de buscar que te validen desde afuera. Ponte tú en valor y hazlo ahora. Es justo y necesario.

Abandona ese absurdo estado de duda. Enraízate en la firme certeza que te sostiene siempre, con contundencia, sin descanso, sin cansancio.

No tienes que convencer a nadie de nada ni tienes que defenderte ante nadie. No puedes salvarlos. Suelta esa fantasía arrogante y hazte cargo de lo tuyo.

Que sean tus actos los que hablen por ti y que luego acompañen tus palabras. Que tu actitud y la calidad de tu acción sean tu discurso.

Sostén tu primer impulso y quédate quieta. No te precipites. No te dejes arrastrar por ese ímpetu caníbal. Espera un poco. Y luego moviliza.

No tengas prisa. Serénate. Pisa el freno. Muévete tan lento que parezcas inmóvil. Sé paciente. Sé paciencia. Asiéntate en la calma y descansa.

Atiende a lo sencillo. Pon en valor lo simple. Mira toda la grandeza que encierra y date cuenta de que es suficiente. Eres suficiente.

Deja atrás los excesos. Desiste de buscar la intensidad en todas sus formas. Más no es mejor. Atiende al Ser, no a la cantidad.

Escribe. Danza. Canta. Escucha. Atiende. Cuida. Cocina. Lee. Aprende. Abre tu vientre y deja que la Vida entre y salga. Sin aferrarte a nada ni a nadie. Acoge. Recibe. Suelta. Y vuelve a acoger.

Te lo he mostrado siempre, desde el inicio. Te lo muestro sin descanso de un millón de maneras. Te lo seguiré mostrando. No me canso. Hasta que lo tomes todo.

Es bueno para ti. Es tu medicina.


Descubre más desde lamujerinterna.com

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.