Necesito conversar contigo. Necesito que me hables. Que nos miremos a los ojos y me digas lo que ves y que yo no alcanzo. Darme cuenta.
Necesito callar y escucharte. Sin prisa. Sin expectativa. Confiando. Dejarte espacio y darme yo el permiso para solo estar. Presente.
Necesito sentir que a tu lado estoy segura. Que no vienes a agredirme sino a compartir. Que tú también quieres crecer. Que somos uno.
Necesito tu respeto, tu paciencia, tu atención. Sin desnivel. Con equilibrio. Necesito que esto que creamos sea nutricio. Un lugar de reposo.
Y todo esto que te pido porque lo necesito, me comprometo a facilitarlo yo también. No hay otra. Si fallo, si no cumplo, dímelo. Sin miedo o con él. Con apertura.
Vamos a construir una tierra nueva. Un hogar de verdad.
Descubre más desde lamujerinterna.com
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.