No tuve dificultad al principio en acudir a tu tumba a menudo, sola o con los niños. Te dejamos flores, conchas, piedras. Regamos la zona y me senté a meditar al sol sintiendo tu luminosa presencia, prendida en amor y gratitud, sintiendo el dolor.
Un dolor que en lugar de calmarse parecía tomarme más y más cada día. Y no podía mirar tus fotos ni ver tus videos. Y dejé de poder visitar tu tumba. Lo fui postergando, evitándolo. Salí a la vida contigo anclado a mi corazón y te viví de mil maneras por el mundo.
Volví a casa y me dijeron que la naturaleza profanó tu lugar de descanso, ese que elegimos para ti con tanta conciencia; me dijeron que urgó en las entrañas de la tierra que te acogía y arrasó con casi todo lo que de tu dulce cuerpo quedaba.
Sentí un crujido sordo en el pecho y un recio nudo en mi garganta. Tristeza. Un viso de culpa atraviesa mi espacio. Lo dejo difuminarse en la luz de mi amor. ¡Te amo tanto!
Me doy cuenta que no importa mucho nada de eso, que a ti no te importa en absoluto, que para la vida está bien. Ojalá fuese posible, a mi muerte, entregar mi cuerpo a los elementos y que animales salvajes pudiesen dar cuenta de él. Ojalá mi existencia física pudiese terminar así, descarnada y tornándose vida en otros seres y espacios.
Me acomodo en esta humildad sintiéndome pequeña ante la vida y la muerte, descansando en mi vulnerabilidad, soltando el ansia de control y la importancia personal, la ilusoria omnipotencia de creer que yo hago y deshago, que depende de mí.
No hay nada que pueda deshonrarte, deslucirte o volverte indigno. Nada que pueda faltarte al respeto. Has trascendido cada uno de esos pequeños estadíos para volver a casa, al hogar, para, seguir transformándote en la luz de amor que eres y que siempre serás, independientemente de la forma en la que te materialices, si es que vuelves a encarnar.
Respiro tranquila y el nudo en mi garganta se disuelve. En mi pecho siento la grieta que dejó abierta el crujido, y sí, ahora puedo apreciarla con claridad y darme cuenta: por la grieta, entra la luz.
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