Es difícil ser ‘la rara’. No encajar. Ser diferente a los tuyos. Desentonar. Dar la nota. Diferenciarme del resto.
Es difícil ir contracorriente. No porque me lo proponga para llevar la contraria o para ser especial. Sino porque siento, pienso, veo distinto.
Es difícil no estar de acuerdo con la mayoría. Cuestionar. No conformarme con lo que viene dado. Replicar.
Es difícil porque a menudo me siento muy sola. Y tampoco puedo hacer que no pasa nada porque ese malestar es aún más incómodo que la soledad.
Hay personas que nacimos o vinimos para encajar, y otras para desencajarnos.
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