Sí, ahora que lo pienso, creo que te vi pasar una o dos veces, el segundo o el tercer día, no al principio. Recuerdo que te miré; estábamos ‘los de siempre’, esos que ya tenía localizados, y tú, de pronto, ¿quién eras? ¿De dónde saliste? ¿Y cuándo? No...