La mujer de la casa del acantilado mira atenta desde su terraza a la mujer que se cepilla el pelo en la cubierta del barco anclado frente a su particular tramo de costa:
-Qué hermoso debe ser viajar en ese velero, vivir en él, llevar tu hogar a cuestas, sentirte libre cada día, despertar y acostarse cada noche con un nuevo horizonte y una nueva línea de playa…
La mujer del barco anclado en la cala mira atenta desde la cubierta a la mujer que se asoma al amplio balcón de la casa que cuelga del acantilado:
-Qué hermoso debe ser tener un hogar fijo, una casa frente al mar donde poder echar raíces, cuidar plantas, jugar a carreras con los perros y mirar a la luna mientras arde la chimenea en la sala de estar…
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