Que frente a la convulsión, la violencia y la locura prevalezca el amor.

Que el horror nos torne más humanos.

Que todos y cada uno de nosotros aprendamos a amparar, cuidar y acompañar a los más vulnerables.

Que las personas adultas seamos honestas y valientes para mirar nuestras miserias evitando así ir dañar a otros.

Que la justicia y la reparación cumplan con su cometido.

Que la luz acompañe a los que sufren.


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